Covivienda Ecológica en calle Tomás Bretón, Madrid

Se propone un edificio de principios Triple Balance, es decir, proyectado bajo criterios de sostenibilidad en los planos medioambiental, social y económico, que serán transversales en todas las decisiones tomadas.

El edificio tiene en cuenta la nueva geometría de la manzana según el APE 20.16 y la necesidad de hacer ciudad, así como su formalización da respuesta a los mismos. Además, busca ser un potenciador de las relaciones entre las personas, y por ello sus espacios se configuran para lograrlo. El volumen se moldea para generar un patio interior con el que no sólo se optimice la captación solar, sino también para crear corralas y terrazas colectivas asociadas a locales comunes y que permitan albergar huertos urbanos. En cuanto a las fachadas, se tratan de manera diferenciada para que cada una se adapte tanto a la función como a la forma necesaria. La fachada sureste alberga los espacios de estancia prolongada de personas, ya que es la que más soleamiento recibe, y los huecos de ventanas y balcones que producen proporcionan un carácter más urbano a la calle Circón. Para controlar la radiación, se colocan protecciones solares móviles mediante las persianas alicantinas. En esta fachada, en la planta baja, se ubica una gran jardinera en el plano de alineación que permite que se cree una fachada vegetal que trepará por la cerrajería de los soportales. En la fachada noroeste se ubican las corralas de modo que no se vea afectado el soleamiento de la fachada sureste, y que no son solo un espacio de distribución y tránsito, sino también de relación de los vecinos. El hecho de que todas las viviendas tengan esta doble orientación, permite la ventilación cruzada, que será complementaria con la ventilación mecánica controlada propuesta. Se dota al edificio de locales comunes para los vecinos que se plantean como una extensión de las viviendas. En planta baja, el local puede ser utilizado para talleres, sede de grupos de consumo del barrio, presentaciones… En planta quinta se ubica otro local asociado a la terraza en el que instalar una cocina común, mesas para utilizarlo como coworking de los habitantes, zona de lectura… Se trata de espacios en los que socializar la comunidad que lo habita, tanto entre ellos como con la posibilidad de abrirlo al barrio.

Las tipologías de 1, 2 y 3 dormitorios propuestas permiten que todas las viviendas tengan estancias de día y balcones a las fachadas principales, que exista ventilación cruzada, iluminación natural de todas las piezas habitables y que cumplan en dimensiones y superficies la legislación vigente. Es un edificio integrador y cuidador de sus habitantes, que se diseña favoreciendo los espacios de relación de los espacios comunes y de los privados.

La estructura se define de madera, con un sistema horizontal de forjados-diafragma de madera contralaminada. Se trata de un sistema vertical de entramado pesado y un cerramiento de componentes prefabricados de entramado ligero de madera. La racionalización de la estructura (geometría simple y luces moderadas) lleva a la optimización económica de la misma. Las ventajas de la estructura de madera son diversas:

  • Menor impacto ambiental.
  • Mejor relación superficie útil-construida.
  • Disminución de los tiempos de ejecución.
  • Ahorro en la cimentación derivado de un menor peso estructural.

En la fachada se instala el máximo aislamiento posible (tanto térmico como acústico), y se coloca un sistema SATE que garantice la mejor envolvente sin puentes térmicos, trabajando exhaustivamente la hermeticidad a fin de obtener valores de 0,6 renovaciones/hora, y con espesores de aislamiento óptimos para conseguir los 15 kW/m2 en demanda de calefacción y refrigeración; todos ellos valores requeridos por el estándar Passivhaus.

Los materiales propuestos se han elegido con el objetivo de que el impacto derivado de su Análisis de Ciclo de Vida sea el menor posible, y además sean saludables para las personas que lo habiten. Predominan los materiales reciclados, reciclables y renovables, participando de la economía circular y la minimización de generación de residuos.

El edificio responde a características propias de una arquitectura para la mitigación del cambio climático. Una de ellas es la descarbonización, es decir, no hay ningún sistema de combustión sino que todos los consumos se llevan a cabo a través de electricidad, bien generada mediante su propia instalación fotovoltaica, bien mediante la contratación de una comercializadora de electricidad de origen 100% renovable. Además, se reduce la demanda de energía al mínimo a través de las medidas pasivas y se instalan sistemas eléctricos de alta eficiencia para climatización y ventilación. Se llevará a cabo el cálculo de la huella de carbono a través de la herramienta Ecómetro y la compensación de las toneladas de CO2 equivalentes emitidas resultantes. Esta acción, junto con la descarbonización anteriormente descrita, permiten que el edificio obtenga la certificación CO2NULO, es decir, libre de emisiones de CO2 tanto en su fase de construcción como en su fase de uso.